El proyecto de confianza

2022-12-21 15:51:18 By : Ms. zanchuang furniture

Uno de sus hijos falleció con solo 20 años y poco después murió su marido. El youtuber y pintor Antonio García Villarán se desplazó a Borja para entrevistar a doña Cecilia, la restauradora del Ecce Homo, cuadro viral y vital de la artista

Ternura y nostalgia. Estas son las dos palabras que mejor definen el último documental que retrata la vida de doña Cecilia, la restauradora del Ecce Homo de Borja. Ha pasado una década desde que su pintura dio la vuelta al mundo. Sin embargo, poco tiempo después, fue el mundo el que se volvió hacia aquella pequeña localidad zaragozana y su artista más memorable.

Diez años después del revuelo causado por su restauración fallida, Cecilia Giménez se ha convertido en la creadora de un sello único. Lo que comenzó con un escarnio hacia su obra, lo pulió con su propio encanto personal hasta transformarlo en una gesta. Así lo defiende el youtuber, pintor y divulgador artístico Antonio García Villarán, quien en homenaje a la efemérides decidió visitar a la pintora.

"Estoy satisfecha por lo que hice por Borja, es un orgullo para mí. No puedo pedir más", aseguró ante su entrevistador. "Tenía un Ecce Homo sin cara, le pinté una y me salió muy bien. Me dijeron: 'Qué cara más bonita has pintado'. Lo hice con cariño y luego vino el boom", rememora con desacierto. A día de hoy, doña Cecilia padece demencia senil y rescata sus recuerdos más agradables para componer con ellos un collage de gran belleza. La que hubiera deseado para su vida.

A sus 91 años doña Cecilia ya no pinta, está postrada en una silla de ruedas y vive en una residencia de ancianos junto a su hijo, José Antonio, que tiene parálisis cerebral. Mujer optimista, a pesar de todo, siempre emplea tonalidades alegres para hablar de sí misma y su familia. "Mi hijo Jesús dibujaba a plumilla, con 20 años se murió. Al poco tiempo fallece mi marido. Con él llevaba un bar que se llamaba Moka", relata. "He pasado mucho, me toca ser feliz".

En el último tramo de la cinta, Antonio García Villarán hace una parada en el apartamento familiar de doña Cecilia. Tras recorrer el taller donde pintaba sus cuadros, se fija en unas láminas que fueron dibujadas por el fallecido hijo de la artista. Los dibujos resaltan por su calidad. No obstante, durante sus últimos años de vida, el joven tenía que agarrarse una mano con la otra para poder pintar. Todo por causa de la enfermedad que fue terminando poco a poco con su movilidad.

Según la sobrina de doña Cecilia, el Ecce Homo representa el alma de su tía. "Es como su vida. Una vida fea, pero que le ha hecho muy feliz", describe. Por otra parte, destaca que no todas sus obras artísticas carecían de calidad y muestra algunas pinturas, donde se aprecia su preferencia por los paisajes y las pinceladas ocre. "He hecho muchas exposiciones y vendía muchos cuadros", contó ella misma.

Antes de hacerse viral, Borja era una localidad aragonesa olvidada de apenas 5.000 habitantes y con pocos visitantes anuales. El Ecce Homoha sido el borrón que le ha dado una cuenta nueva a un pueblo que desde 2012 ha atraído a cientos de miles de turistas de más de 120 países. La personalidad afable, cariñosa y humilde de doña Cecilia hizo el resto. Pronto el mundo comprendió que aquel error pictórico había sido producto de las mejores intenciones de una feligresa que actuaba de buena fe, en todos los sentidos.

"Fue un milagro. Dios dijo: 'has pasado mucho con tus hijicos, has sufrido mucho y me dijo: te voy a dar algo'. Pintando me olvidaba del mundo. Ya no pinto, pero tengo muchas ganas de vivir, por mi hijo", sentenció. Diez años y millones de memes después sabemos que detrás del Ecce Homo, hay una gran mujer.

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Pienso que nadie debería ir por ahí intentando restaurar obras de arte sin conocimientos ni experiencia, pero no por eso deja de producirme esta mujer mucha ternura, lo hizo de buena fe, dio a conocer a su pueblo, nos sacó una sonrisa a todos. Doña Cecilia ha sufrido usted mucho, le deseo que los últimos años de su vida se sienta acompañada, querida y feliz.